Friday, November 25, 2011

Cuba y el semáforo del puerto de La Habana


Secciones de artículos, que muchos de ellos se pueden ser considerados educativos y también ya históricos, que tratan con la Cuba y la cultura cubana. Estos ensayos son presentados en la sección de en Guije: “Cuba y el semáforo del puerto de La Habana”, “El decano de los relojes cubanos” y “Cuba y su plato nacional - El Ajiaco”: Cuba tiene en la parte más alta de la Fortaleza del Castillo del Morro una Estación Semafórica, conocida por todo el mundo con el nombre de Semáforo del Puerto de La Habana, que está situado a 32 metros sobre el nivel del mar y desde cuya altura se puede abarcar un radio de 15 millas. Su existencia data del 18 de octubre de 1888, ya que fue creado por la Real Orden de dicha fecha, por la cual se disponía que en el Castillo del Morro de La Habana debía funcionar un Semáforo que en aquel lugar se encontraba colocado en una caseta pintada con franjas negras y blancas, situada al Este del Faro O'Donnell y a una distancia de 50 metros del mismo. Día y noche tiene vigilancia de técnicos que cuentan con más de 150 señales combinadas, con lenguaje específico e invariable que son sustituidas, durante las horas nocturnas, por medio de luces. Todas las señales se hacen y se llevan a cabo por medio de un mástil de hierro galvanizado que consta de: un mastelero donde se sitúa el Pabellón Nacional; tres penoles para las banderas de comunicaciones; tres penoles más para las señales de atalaya y un lugar especial para situar los faroles de luz eléctrica que regulan durante la noche...

“Cuba tiene entre sus reliquias históricas que pertenecen, más que a lo olvidado a lo desconocido, un reloj de sol que data del año 1817. Para verlo hay que subir a la gran azotea del actual Cuartel Maestre General del Ejército, comúnmente conocido con el nombre de Cuartel de "San Ambrosio" que se encuentra entre las calles de Suárez y Factoría de La Habana. Refiriéndose a este reloj, el culto e ilustrado doctor Antonio Iraizoz dice que "el venerable reloj de sol que se mantiene sobre un lienzo de pared de San Ambrosio es un cuadrante vertical no declinante. Expertos técnicos españoles lo fijaron con tanta precisión, que en su honor debemos decir que nunca ha sido errónea la sombra de su estilo. Invariable como el astro a que obedece, exacto como los cálculos astronómicos y geométricos que le originaron, desde 1817 funciona sin que haya merecido reproche alguno". Después de una apología tal no cabe duda de que la marca del reloj no puede ser mejor. Debo puntualizar, para general conocimiento que técnicamente a estos relojes se les llama cuadrantes y que la varilla metálica que cual índice de mágica mano invisible va marcando las sombras horarias se designa con el nombre de estilo. Los cuadrantes fueron las primeras manifestaciones humanas en sus ansias de seguir los pasos al tiempo inmutable, majestuoso, impertérrito e inexorable que con sus fraccionamientos va marcando el camino que de la cuna al sepulcro ha de seguir todo humano al que con sordina va musitando día tras día "cómo se pasa la vida y cómo se viene la muerte tan callando"...

“¡Ah!... es que este plato nacional, el clásico Ajiaco Cubano es toda una enciclopedia de cosas buenas, nutritivas y bien condimentadas y él sólo, puede satisfacer todas las exigencias del estómago más exigente y goloso. Respecto de su composición he pedido el auxilio de un experto culinario, siendo ésta la receta que del mismo he sacado: El verdadero Ajiaco Criollo Cubano no puede existir si no cuenta con carne de puerco en masa; huesos de puerco y agujas; tasajo y toda la gama de viandas. No puede hacerse si no se cuenta con una cacerola de gran tamaño o una olla de grandes proporciones. Se echan los huesos de puerco, las agujas, la masa y después de desalarlo, el tasajo. Cuando el caldo ha hervido lo bastante y se haya espumado se echan todas las viandas y el maíz partido en trozos. Las viandas-me dijo-se deben echar en la olla siguiendo este orden: los plátanos verdes, la yuca, el maíz y la malanga, en primer término, porque ellas son las más resistentes en ablandarse; después una poca cantidad de calabaza junto con papas y, por último, ocupan su turno los boniatos y los plátanos maduros y pintones que deben ser cocinados en lugar aparte para ser agregados al Ajiaco en el momento de ser servido...

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